23 diciembre 2013

Tradiciones navideñas en el mundo

La Navidad se celebra en todas partes del mundo. Seguramente siempre nos hemos preguntado o hemos querido saber  cómo se celebran estas fiestas en otras partes del mundo. A continuación os citamos  cómo pasan estas vacaciones otros países:
Belén (Israel)ciudad sagrada para judíos y cristianos, alberga lugares en donde todo el misticismo de la religión y las ancestrales creencias se hace presente en su máxima expresión. Uno de ellos, quizás el más impresionante, el centro de veneración que se considera el punto preciso en que nació Jesús.
En Belén, la Navidad se vive de manera muy especial. No existe, como en otras partes del mundo, la superabundancia de decoraciones y árboles de Navidad. Mucho menos veremos a Papá Noel, vestido en su característico y abrigado traje rojo. Aunque, desde luego, existen algunos puestos de souvenirs y pequeños objetos relacionados con la festividad.
En la Plaza del Pesebre, sin embargo, se desarrollan actividades durante los días 24 y 25, en donde un escenario provisorio recibe a coros de países distantes que entonan los tradicionales cánticos. Dominando las vistas, la Iglesia de la Natividad permanece como la verdadera protagonista de las fiestas.
En Australia, la Navidad llega en pleno verano, cuando más calor hace. Después de intercambiarse regalos en el desayuno de la mañana del 25 de diciembre, muchas familias hacen la comida de Navidad en la playa, antes de la gran cena de esa noche. Las casas se decoran con hojas de palmera, helechos y flores especiales. Una de éstas, la llamada “campana de Navidad”, es una campanilla con el borde amarillo. Muchas veces se utilizan palmeras como árboles de Navidad. Al caer la noche, los parques se llenan de personas que acuden a los templos.
Los australianos aprovechan las navidades para ir a la playa, o van de compras navideñas en shorts y en camisas de manga corta. Claro, en el hemisferio sur es verano.
Una de las tradiciones australianas en Navidad son las llamadas velas de villancicos, que se celebra cada Nochebuena. Todos los que quieran participar se reúnen en las plazas de la ciudad de Melbourne, con una vela encendida, y cantan juntos.
Las canciones incluyen los villancicos tradicionales más bonitos de todos los tiempos. Todo el mundo asiste a cantar con su vela encendida. La Navidad no estaría completa sin la tradicional cena de navidad. En ella se incluye el pavo, jamón o carne de cerdo como plato principal. Otros platos incluyen el típico pudding de ciruelas y la tarta de carne picada. Debido al calor, la cena de Navidad no tiene porqué realizarse en el interior de la casa, sino que por lo general se hacen en la playa, a modo de picnic.
En Brasil hay una mezcla intensa de diferentes personas y tradiciones, entre las que se incluye la creación del belén, también conocido como Presipio. Papá Noel es el que trae los regalos, pero no viste como los tradicionales Papá Noel del mundo, ya que el clima aquí también es cálido durante las navidades.
Los brasileños gozan de una cena tradicional que consiste en pavo o jamón, arroz y una amplia variedad de hortalizas. También hay varios platos de frutas para elegir. La Navidad se celebra con cantos y bailes hasta el 6 de enero. Otros festejos incluyen fuegos artificiales y grandes árboles de Navidad que pueden ser vistos desde cualquier parte.
En Holanda siempre espera la llegada de San Nicolás, que llega al país en noviembre, a través del barco. Los niños holandeses saben que San Nicolás vive en Holanda, y es testigo de su comportamiento durante el resto del año. Durante la celebración, el día 5 de diciembre, todo el mundo se intercambia regalos.
En China los árboles de navidad están decorados con adornos hechos de papel. Suelen ser faroles, flores, cadenetas y muchos más. Santa Claus se suele llamar Dun Che Lao Ren, que significa “el viejo de la Navidad”. Sin embargo, no todo el mundo en China celebra la Navidad, y por tanto, para aquellos que no la celebran estas fiestas se llaman Festival de Primavera. La Navidad se suele orientar en China más para divertimento de los niños.
Se dice que Alemania es uno de los países europeos más tradicionales a la hora de esta época tan esperada del año y es que allí se pueden ver desde representaciones de los pesebres o Belén, hasta mercados navideños en donde se puede encontrar de todo para la temporada. Otros elementos típicos son las casas de pan de jengibre y el Cascanueces, que vienen de historias de este país. Antes de que el ballet de Tchaikovski fuera creado, el Cascanueces era un héroe de una historia del año de 1816 escrita por Ernst Theodor Amadeus Hoffman o simplemente ETA Hoffman.
La historia de la casa de pan de jengibre primero apareció en el cuento de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel y luego una ópera corta sobre dos niños perdidos. Esta ópera se convirtió en una tradición navideña en las casas dedicadas a este arte en Alemania a finales del siglo diecinueve y aunque en la actualidad muy pocas personas recuerdan esta ópera, pero las casas sobreviven y aún son hechas y puestas en las ventanas de las casas alemanas.
Otra tradición navideña que se puede ver en Alemania, son los calendarios del adviento, cuyos primeros ejemplares fueron impresos en este país a principios del siglo veinte. En estos calendarios puedes encontrar varios regalos escondidos detrás de las ventanas de papel de todo un mes, así cada día te trae una nueva sorpresa relacionada con algún pequeño dulce, que va haciendo que la espera hasta la navidad sea más llevadera.
En Italia, las festividades empiezan ocho días antes de la Navidad y continúan hasta Reyes. Antes de la Nochebuena se observa un estricto ayuno de 24 horas, seguido de una abundante cena rematada por un pastel milanés llamado “panettone”. En las casas se coloca una ”urna del destino” de la que se sacan al azar regalos, aunque a veces puede ocurrir que sólo se saque una caja vacía. Al anochecer se encienden velas alrededor del Nacimiento, se rezan oraciones y los niños recitan poemas. El 6 de enero, una bruja amistosa deja regalos para los niños.

Sin nieve ni villancicos, la Navidad en Buenos Aires, no deja de ser un espectáculo. Es sin duda la ocasión perfecta para reunirse con los seres queridos, pero los argentinos no se limitan a festejar sólo el 24 y 25 de diciembre. Durante todo el mes los restaurantes están repletos de personas y emociones, igual que los centros comerciales y las propias calles de la ciudad.
Ya desde finales de noviembre, en Buenos Aires comienza a fluir el espíritu navideño de los porteños, desplegando todos los preparativos para transformar la ciudad, vistiéndola de verde, rojo, blanco y dorado. Desde hace ya algunos años, en las plazas se instalan grandes árboles de navidad que durante la noche se iluminan, al igual que las avenidas más importantes.En las iglesias es común ver los pesebres vivientes. Son los centros comerciales más importantes de la ciudad, los que  lucen la exuberante decoración de moños, cintas, árboles y bolas de distintos colores, por fuera, y por dentro se ven soldaditos, duendes, aviones, un carrusel de Papá Noel junto a sus remos y una impactante fábrica de juguetes. Allí es donde también los niños pueden conocer a Papá Noel, tomarse una foto con él o entregarle en mano la carta con el pedido de los regalos.
Buenos Aires se torna inolvidable durante esta época del año, pero lo que más reluce no es la ciudad en sí, llena de clores y luces parpadeantes, sino el sentimiento de unión y cariño que emana esta época, fusionado en el tango, el mate y el pan dulce.

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