Hay mujeres de algunas etnias por el sur del país, que tienen la costumbre de colgarse todo lo que encuentran, pero hay casos que parecen verdaderos mercadillos ambulantes. Es el caso de esta mujer Dassanech.
Etiopía es un país ubicado en el Cuerno de África que limita con Eritrea, Djibouti, Somalia, Kenia, Sudán y Sudán del Sur. Su capital es Addis Abeba, su idioma es el amárico y la moneda oficial es el birr etíope. En Etiopía hay alrededor de 85 millones de habitantes, que se encuentran distribuidos en 9 regiones y 2 ciudades de estatus especial. Esta división se hace en función de la etnia a la que pertenecen sus habitantes. Si deseas viajar a Etiopía, es preciso saber que no se recomienda cruzar las fronteras con otros países por tierra. Entre los lugares imperdibles en Etiopía se encuentran la iglesia tallada en roca de Lalibela, el Desierto de Danakil considerado el lugar “más cruel de la tierra” dada la hostilidad de su clima, y el Parque Nacional Omo.
Un viaje a Etiopía, representa conocer un país de grandes contrastes, en donde sus más de 3.000 años de historia son el punto de partida para poder conocer su cultura, sus costumbres y sus gentes, las cuales en su mayoría viven rodeadas de una extrema espiritualidad, gracias a sus creencias religiosas, en este caso basadas en el catolicismo copto ortodoxo, que influencia en su quehacer diario.
Viajar a Etiopia, garantiza conocer gentes afables y hospitalarias que siempre te reciben con lo mejor de ellos, un saludo y una sonrisa son lo primero que recibes por su parte, lo que hace que siempre te sientas bien aceptado, lo cual es de agradecer.
Un viaje por Etiopia te permite conocer parajes montañosos de un verdor deslumbrante, reciben al viajero desde su llegada a la capital, Addis Abeba situada a más de 2.500 metros de altitud, hasta los más de 4.500 metros a que ascienden las montañas Simien en el norte del país. Sus paisajes sorprenden al viajero, al igual que todos sus vestigios históricos repartidos básicamente por la zona norte del país, consiguiendo su punto álgido en la conocida población de Lalibela y sus famosas iglesias excavadas en la roca.
Vivencias distintas, serán las que se obtendrán visitando el sur del país, en donde el tiempo parece haberse parado, cosa casi imposible de pensar en nuestro mundo occidental en donde prevalecen las prisas y presiones.
En esta región las gentes todavía mantienen íntegros sus ritos y costumbres tribales, muy difíciles de encontrar hoy en día en otros países africanos, transformando la visita en una verdadera experiencia, la cual llenará nuestros cinco sentidos.
En definitiva, un país con una gran riqueza, cultural, histórica y étnica que harán que un recorrido por este país, pase a formar parte de los mejores recuerdos de cualquier persona que se decida conocerlo.
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