24 noviembre 2011

Más allá de Samarkanda.









Daniel Villegas, Responsable de Ventas de nuestra oficina central en Sevilla (C/Pagés del Corro nº 80), realizó recientemente un viaje de familiarización a Uzbekistán, del que vino gratamente sorprendido. Nos cuenta lo siguiente:






Uzbekistán es un gran desconocido, pero en el momento que nos dicen Samarcanda, ya todo cambia; el nombre de tan legendaria ciudad nos evoca caravanas de camellos, desierto, la Ruta de la Seda, los viajes de Marco Polo, los cuentos de las Mil y una Noches …



Situado en Asia central, en una zona desértica, se encuentra delimitado por dos ríos, el Syr Daria al norte y el Amu Daria por el sur. Las zonas verdes se concentran en el Valle de Fergana, al este del país, y al oeste en lo que fue el Mar de Aral, actualmente casi desaparecido por el riego intensivo del algodón que se lleva a cabo en este país, mediante la canalización de los ríos mencionados anteriormente. No tiene salida al mar.



Sus dimensiones son similares a las de España, con una población de más de 25 millones de personas. La capital es Tashkent con casi 2,5 millones de habitantes. Se independizó en 1.991 de la URSS. Actualmente tiene un régimen democrático, presidencialista. Hay que destacar que se trata de un país muy seguro, no hay problemas políticos, étnicos ni religiosos. Puedes pasear por las ciudades de noche, sólo, y las mujeres son respetadas de igual modo.



La moneda es el SUM, 1€ = 3.000 Sum. Aceptan euros en todos los comercios sin problemas. Recomendable llevar euros y cambiar en destino a moneda local. Las compras de cierta entidad las puedes pagar en euros o dólares. El regateo, como en cualquier país musulmán, es obligatorio. La diferencia horaria con respecto a España es de 4 horas.

Electricidad 220 w, clavija tipo europea.


No es necesaria ninguna vacuna. Obligatorio visado de entrada, con unas semanas de antelación.


El clima es continental extremo. Los veranos son muy calurosos con temperaturas que llegan a los 45º-50º C, y muy fríos los inviernos llegando temperaturas bajo cero. La mejor época para viajar es entre marzo-junio y septiembre-octubre.


En cuanto a la religión, son en casi un 90% musulmanes, un 5% Cristianos ortodoxos y el otro 5% de diferentes religiones. Sus ciudadanos son muy tolerantes con la religión, si bien hay que tener en cuenta que cuando se entre en un lugar de culto hay que cubrirse los hombros y las rodillas. Probablemente debido a la ocupación soviética, durante la cuál la religión prácticamente estaba prohibida, hay muy pocos practicantes y la mayoría de las mezquitas no están abiertas al culto, son museos o talleres de artesaa.


Se trata de un destino exótico, diferente, histórico, muy auténtico, ya que no está occidentalizado y mantienen su cultura y tradiciones. Hay que destacar que no está explotado turísticamente y dependiendo de la época en que se visite puedes encontrarte con que no hay casi ni turistas, algo que es muy valorado por muchos viajeros. Es un destino 100% cultural.


Las carreteras son deficientes, sobre todo las que atraviesan las zonas desérticas, ya que más que carreteras son caminos, por ejemplo para recorrer los 470 Km. que separan Bujara de Khiva se tardan unas nueve horas aproximadamente. Hay determinados trayectos que se pueden hacer en tren, como el Tashkent-Samarkanda, 350 Km. en alrededor de 4 horas. Es una experiencia muy recomendable.


Los aeropuertos son aceptables, hay trayectos internos que son recomendables hacerlos en avión como el Bujara-Urgench (Khiva) y el Urgench-Tashkent. Los aviones que operan las rutas internas son muy variables en sus horarios, es decir no son fijos. Muchas veces esperan que se llenen para despegar. Los equipos que operan estas rutas son de fabricación rusa, y más bien antiguos. Hay que destacar que desde Madrid hay dos vuelos directos a Tashkent por semana, los martes y sábados, con una duración de siete horas y media. La ruta es operada con un Airbus 310.


En cuanto a hoteles, los de 4* son aceptables, quizás algo cortos para el estándar de calidad europeo, pero suficientes, limpios y seguros. Una cadena de referencia es Asia Hoteles, una de las más importantes del país y tiene hoteles de 4* en todos los puntos turísticos.


La comida en los hoteles suele ser servida en mesa, excepto el desayuno que es tipo buffet. El plato típico del país es el Plov (especie de paella, pero sin marisco).


En cuanto a alojamientos singulares, existe la posibilidad de hacer noche en un Caravanserai (antiguos hoteles para los comerciantes de la Ruta de la Seda, son edificios históricos reformados, pequeños pero con mucho encanto). Otra opción quizás algo más alternativa sea dormir en medio del desierto en una Yurta (tiendas de campaña de origen Mongol hechas de piel de caballo), hay que tener en cuenta que no tienen baño, pero es una experiencia interesante.



Como es lógico, la ruta más demandada es “La Ruta de la Seda”, y el recorrido tipo de este destino es el ancestral de esta ruta por tierras uzbecas; Tashkent, Samarcanda, Bujara y Khiva, que eran paradas obligadas de las caravanas. Se trata de un interesante destino para quien busque algo diferente, un destino con pocos turistas y sobre todo que se interese por la cultura. Destino para viajeros, más que para turistas.


Algunos consejos prácticos:


Se aceptan euros en cualquier comercio. Recomendable llevar dinero en efectivo ya que en las zonas del desierto no hay cajeros.


Beber siempre, pero siempre, agua embotellada, incluso usarla para lavarse los dientes. Es algo típico en muchos países, pero aquí es algo imprescindible.


Llevarse medicamentos desde casa, ya que los prospectos vienen casi todos en alfabeto cirílico. Y también es recomendable llevar un seguro médico.


No es necesario vacunaciones.


La representación española depende de la Embajada española en Moscú, si bien hay un cónsul honorario en Tashkent.


Si es posible, evitar los viajes en verano, por las altas temperaturas.


Itinerario recomendado:


Llegada a Tashkent, capital de Uzbekistán. La ciudad sufrió un terremoto devastador en 1.966 y fue reconstruida por los soviéticos, con lo que la ciudad esta llena de bloques de pisos enormes y de grandes avenidas y parques. Lo más interesante es el metro, una verdadera joya (tipo al de Moscú). Estancia recomendada; una ó dos noches.


Alojamiento en el hotel Asia Tashkent 4*, recomendable (sin lujos).


Salida hacia Samarcanda, la segunda ciudad mas grande del país. Era un centro neurálgico de la Ruta de la Seda. Este trayecto se puede realizar por carretera o, más autentico, en tren, “El Regestan”. Son unas 4 hrs. de recorrido siguiendo el trazado de la antigua Ruta de la Seda.


Recomendable pasar de dos a tres noches. Tiene un patrimonio impresionante, además de abrumar por su historia y su belleza. Os indico algunos de los lugares que no debéis perderos:


Plaza del Regestan. (S.XV-XVII). Un complejo de majestuosas madrazas en el centro neurálgico de la ciudad y uno de los lugares más visitados del Asia Central. Fue el centro medieval del comercio en Samarcanda. Es una de las obras cumbres del arte universal. Están decoradas con cerámica vidriada de una calidad inigualable por los artesanos y artistas actuales.


Mezquita de Bibi Khanum.(S.XIV-XV) Una de la mayores mezquitas del mundo, actualmente en ruinas debido a su propia grandiosidad. Se encuentra justo al lado del mercado de la ciudad donde se pueden comprar exquisitos frutos secos y panes, que son parte fundamental de la dieta de los uzbecos.


Mausoleo de Guri Amir. (S.XIV-XV) donde se encuentra enterrado Tamerlan, cacique turco-mongol, que creó un imperio con capital en esta ciudad que iba desde China hasta Turquía y de Rusia a Irán. Una construcción deliciosa a las afueras de la ciudad.


Complejo funerario Shakhi Zinda (S.IX-XVII), una necrópolis llena de mausoleos, si bien pareciera estar paseando por una ciudad con fachadas llena de azulejos multicolor.


Hotel Asia Samarcanda 4*, en el centro de la ciudad a cinco minutos de la Plaza del Regestan.


Continuación a Bujara, ciudad Santa para los musulmanes. Desde Samarcanda por carretera son unas 3 horas de camino por una carretera salpicada de Caravanserai a ambos lados. Parada obligatoria en la Ruta de la Seda, esta repleta de Madrazas, Mezquitas, Mausoleos…


Mausoleo Ismail Samani(S.IX).


El Ark(S.IVa.c-S.XVII), ciudadela que fue residencia del Khan de esta ciudad.


Tiene una gran cantidad de edificios históricos de primer orden pero destaca sobre todo por edificios anteriores al S.XIII, es decir, a la invasión de este territorio por Gengis Khan, que devastó todo lo que conquistó.


La estancia ideal sería de tres noches.


Hotel Asia Bujara 4*, en el centro de la ciudad, por cierto aquí se encuentra la discoteca más famosa de la ciudad.





De Bujara a Khiva, 470 Km., atravesando un desierto interminable y plano, la carretera, o más bien camino, que las une está en un estado lamentable, por lo que se tardan una nueve horas. Este trayecto también se puede hacer en avión, que dura 1 hora desde Bujara a Urgench, que se encuentra a 40 Km. de Khiva. Tened en cuenta los horarios de los vuelos y los repentinos cambios de horas o incluso días.


Khiva es la joya del triangulo de la seda, ciudad ubicada en medio del más árido de los desiertos. Era un oasis y casi un espejismo para la caravanas, ya que en cientos de kilómetros a la redonda sólo hay arena. Una ciudad medieval totalmente amurallada, con dos alminares de más de 50 metros de altura que servía de faro para los comerciantes. Está decorado con cerámica para que brillara con el sol y fuera más visible y por la noche haan fuego en lo más alto.


La ciudad amurallada o Ichan Kala, es un museo al aire libre, y no ocupa más de 2 Km. de superficie, y según decían los que a ella llegaban, su belleza supera a la de cualquier espejismo.


Llena de callejones para perderse y observarla desde diferentes puntos de vista. Lo aconsejable son dos días completos y hacer un recorrido nocturno por sus calles.


Hotel Asia Khiva. Es un 3*, pero quizá mejor que otros 4*; habitaciones grandes y situación justo frente a una de la puertas de entrada a la ciudad.


Si la operativa de vuelos lo permite este sería el colofón del viaje, ya que acabaamos en el punto más interesante y auténtico del país.

Otros puntos interesantes de Uzbekistán serían la visita al Mar de Aral, o más bien lo que queda de él, para ver sus barcos varados y los pueblos fantasmas que antes eran prósperos puertos pesqueros, al cual se accede por carretera desde Khiva.


Destacar el Valle de Ferghana. Se puede hacer como una extensión desde Tashkent, en avión. Es una de las zonas más pobladas del país, un valle muy fértil y uno de los lugares de asentamientos humanos más antiguos conocidos. Era el punto de entrada de la ruta de la seda en el actual territorio de Uzbekistán.





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