16 febrero 2010

No a la explotación sexual comercial infantil en el turismo

La explotación sexual comercial infantil (ESCI), es “La utilización de los niños, niñas y adolescentes para la satisfacción sexual de adultos a cambio de una remuneración en dinero o en especie a la persona menor de edad o a terceras personas. Constituye una forma contemporánea de esclavitud. Incluye pago por sexo, pornografía y el tráfico de niños, niñas y adolescentes con fines sexuales”. Según se definió en el Primer Congreso Mundial Contra la Explotación Sexual de los Niños, Niñas y Adolescentes (Estocolmo 1996)

La explotación sexual infantil en el turismo es la explotación infantil cometida por las personas que se desplazan dentro o fuera de su país para mantener actividades sexuales con niños y niñas. Ambas son una forma de coacción y violencia contra los niños y una violación de sus derechos más elementales.
Desde Triana Viajes decimos NO a la explotación sexual comercial infantil y nos unimos a esta campaña promoviendo la sensibilización contra este delito que provoca daños físicos y trastornos psicológicos severos en los niños y niñas víctimas de este tipo de explotación, con grave riesgo para su vida, además de fomentar la corrupción en el país de destino. La explotación sexual comercial infantil es un delito en todos los países del mundo y está perseguida penalmente en España aunque se produzca en otro país.

Actuar de manera responsable significa:
  • Estar informad@ de las leyes del país de origen y de destino
  • Denunciar las actividades sospechosas ante las autoridades competentes, en el país de destino o en España
  • Conocer las consecuencias legales y de otra índole que puedan derivarse de estas actividades
  • Colaborar con los objetivos de la campaña de UNICEF dando a conocer sus contenidos (www.nohayexcusas.org)

1 comentario:

  1. No deberían ser necesarias este tipo de campañas, pero desgraciadamente el problema existe. Es probable que los principales culpables sean la pobreza, la necesidad, las desigualdades, ... y sobre todo personas sin escrúpulos que deben ser, o bien recluidas para tratarlos como graves enfermos, o bien señalados con el dedo acusador de toda una sociedad que debe velar por la tranquilidad y seguridad de los más débiles, aquí y en cualquier parte del mundo.

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