Una pequeña excursión de la que muy pocos se arrepentirán. Éstas son algunas razones para visitarla.
La capital de Eslovenia cuenta con unos 300.000 habitantes y su centro es muy manejable. Si te apuras, puedes visitar las partes más importantes de la ciudad en 24 horas haciendo todos los recorridos andando, sin necesidad de tomar ningún transporte público o privado. También podrás optar por hacer el recorrido en bicicleta, porque tendrás más tiempo para disfrutar de los bares y restaurantes que visites. Sin duda, será uno de los días más interesantes de tu vida. Que la experiencia sea breve no significa que no sea intensa.
Una mañana visitando el castillo, el puente del dragón y el casco histórico de la ciudad (zona este) y pasear después de comer por la ribera del río Ljubjanica y el barrio de Trnovo (zona sur), llegando a Spica, la llamada “playa” de Ljubljana, si el tiempo lo permite. Es un plan que puede ocupar la mitad del día. La otra mitad se puede invertir en una tarde en el parque Tivoli (oeste), con varios museos y galerías de arte en su interior, regresar al centro para cenar junto al río, cerca de la Catedral, y pasar una noche de fiesta en una de las casas okupadas de Metelkova (norte).
Es una ciudad barata. Un menú del día en el Nebotičnik, el café situado en lo más alto del llamado “rascacielos” de la ciudad cuesta menos de diez euros. Para cenar, As Apetritivo, considerado uno de los restaurantes más caros de Ljubljana y ubicado en un coqueto patio interior, puede salir por menos de 60 euros por persona, con una amplia carta para elegir.
Una opción más turística, el restaurante Strelec que se encuentra dentro del castillo y combina el sabor del Adriático y el de los Alpes, tampoco supera los 60 euros. Dos de los snacks más recurrentes de esta ciudad llena de estudiantes son exportaciones muy populares en otras regiones de esta zona de Europa: el Cevapcici y el Burek.
Ljubljana es considerada como la capital verde europea 2016. El peatón y la bici son mucho más comunes que el coche. Los atascos y el tráfico denso brillan por su ausencia. Aun así, cuenta con un tipo de transporte ecológico propio: un vehículo eléctrico llamado kavalir. Cuenta además con cerca de 540 metros cuadrados de zonas verdes por habitante que están además muy bien conservadas. Hay gas natural en un 74 % de los hogares y cumple el programa de residuos cero, por el que el 75 % de sus desechos se separa por materiales para su reutilización. Con todo esto decimos también que es una capital cuyas calles, ríos y lagos están especialmente limpios.
¡No dejes de conocerla!
Fuente: traveler
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