Si quieres conocer toda Rumanía, una buena opción para desplazarte es el tren, ya que comunica a Bucarest con las grandes ciudades del país y el litoral del Mar Negro.
No olvides que la moneda oficial de Rumanía es el “leu” y estas pueden cambiarse en los bancos y casas de cambio de todo el país. Es importante que guardes todos tus recibos de cambio, ya que en ocasiones, al comprar algo en la moneda del país, es necesario que presentes tus comprobantes.
Si deseas pasar unas vacaciones a la orilla del mar en Rumanía, la mejor fecha para hacerlo es de junio a septiembre, cuando el clima es más agradable. La primavera y el otoño son ideales si buscas realizar excursiones por todo el país, mientras que el invierno es perfecto para quienes desean disfrutar de los mejores espectáculos de opera, conciertos y practicar el esquí.
El transporte público en las ciudades de Rumanía es muy eficiente, en Bucarest encontrarás autobuses, tranvías y trolebuses con un precio único por trayecto sin importar la distancia. Generalmente comienzan a funcionar a las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche, la mayoría de las líneas se anuncian con números por lo que es necesario preguntar previamente sobre el recorrido.
Si tienes un percance durante tu visita a Rumanía, puedes comunicarte desde cualquier teléfono a los números: 955 para contactar a la policía; 961 para servicios de urgencia y ambulancia; y 981 para bomberos.
Las tarjetas de crédito American Express, diner´s club, JBC International, EuroMaster Card y VISA se aceptan en la mayoría de los hoteles y restaurantes de Rumanía, pero te sugerimos siempre preguntar sobre esta forma de pago antes de utilizarla.
¿Qué ver en Rumanía?
- Castillo de Hunedoara (poco conocido, pero quizá el más espectacular desde el exterior)
- Sighisoara (ciudad medieval amurallada, cuna de Vlad Tepes)
- Sibiu (con su precioso casco antiguo y sus enormes plazas)
- Mina de sal de Turda (un curioso parque de atracciones bajo tierra)
- Iglesias de madera de los Maramures (protegidos por la UNESCO, en un entorno rural bucólico)
- Cementerio de Sapanta (o “Cementerio Alegre”, probablemente el cementerio más llamativo del mundo)
- Monasterios pintados de Bucovina (protegidos por la UNESCO, simplemente ¡maravillosos!)
- Reserva de osos de Zarnesti (con más de 80 osos rescatados de condiciones dramáticas)
- Iglesias fortificadas sajonas (iglesias amuralladas y con torres de defensa, también protegidas por la UNESCO)
- Castillo de Peles (impresionante por dentro y por fuera)
- Castillo de Bran (o “Castillo de Drácula”, el más famoso de todos, aunque no necesariamente el más bello ni en su exterior ni en su interior)
- Fortaleza de Rasnov (medio en ruinas, pero con una esmerada atmósfera medieval)
- Brasov (la ciudad más turística de Rumanía, buena base para las 4 visitas anteriores y con mucho encanto en su casco antiguo)
- Carretera Transfagarasan (una de las rutas más espectaculares del mundo)
- Ruinas de la Fortaleza de Poenari (el verdadero castillo de Vlad Tepes, olvidado por la mayoría de turistas)
- Bucarest (con un icono imprescindible: el Parlamento, segundo edificio más grande del mundo)
Fuente: travelreport
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