13 febrero 2014

Brasil 2014: 8 destinos que pisar entre el gol y el penalti

La Copa Mundial de Fútbol 2014 se disputa en terreno brasileiro y os traemos información para enterarnos de qué podemos ver, explorar, degustar e incluso sobrevolar entre gol y penalti. ¡Que empiece el partido!

ÁFRICA A DOS HORAS DE SAO PAULO: PANTANAL

Merece la pena ver un partido en São Paulo o Río de Janeiro y cogerse un avión a Mato Grosso do Sul (una hora y media de duración desde São Paulo a la capital, Campo Grande; casi dos desde Río). Igual que merece la pena alargar la estancia para quedarse un par de días recorriendo Pantanal y alojándose en un típico hotel hacienda dentro del mayor delta interior del mundo.

A la región del Pantanal se la conoce como la “África brasileña” y es que más de 600 especies de aves conviven con casi 3.500 especies vegetales y unas 100 especies de mamíferos tales como el oso hormiguero, el tapir, la capibara... Y el rey de la casa: el jaguar. Múltiples compañías organizan safaris incluso de días, sobre 4x4, a caballo... Pero también hay un tren con salida en Campo Grande, el Trem do Pantanal, que hace un recorrido completo por el paisaje de los cerros de la Sierra de Maracajú y el Río Aquidauana, algunos de los paisajes más bonitos del pantanal, aldeas indígenas, posadas del pantano y museos de esta vida de agua y vegetación exuberante. Naturaleza 300%



ADRENALINA EN BONITO

También en Mato Grosso do Sul se encuentra una tierra que no necesita adjetivos: Bonito. Añadir dos o tres días más de escapada aprovechando el vuelo de São Paulo a Pantanal para ir a Bonito, es el plan definitivo. Bonito ha sido reconocido trece veces como Mejor Destino de Ecoturismo de Brasil y, para ello, hay un acceso limitado por día de visitantes. 



ILHABELA, EL PARAÍSO A UN PASO DE SAO PAULO

No todo va a ser ciudad. Ilhabela es el respiro isleño de la urbe. Para llegar a esta isla desde São Paulo, hay que llegar a São Sebastiã (hay transfers directos desde el aeropuerto paulista) y desde allí tomar un ferry (unas tres horas de viaje en total). ¿Qué nos encontramos al llegar? El paraíso abrupto. Ilhabela solo es accesible en coche por la parte oeste. El resto de la isla, mejor en barco para llegar a las playas o en 4x4.

La costa de Ilhabela es una sucesión de morros que se adentran agresivamente en el mar y arenales blancos, impolutos. Si quieres evitar “la masa”, olvídate de la playa más cercana al desembarco del ferr y a la carretera, Praia Grande. Mejor, piérdete (no literalmente) hay senderos, trilhas, marcados por toda la isla y a los que se puede acceder por 4x4 o a pie. Uno de los senderos más asumibles es el que lleva a las cataratas de Três Tombos, pequeñas y perfectas para un baño relajante.




ENERGÍA EN FOZ DO IGUAÇU

No podían faltar las cataratas más internacionales que, además, se encuentran a una hora de vuelo de una de las sedes del Mundial (Curitiba) y a dos de São Paulo (dos y media de Río de Janeiro). Iguazú es la frontera natural entre Brasil, Paraguay y Argentina y Foz do Iguaçu, la localidad que vive entre la Usina Hidroeléctrica de Itaipú y las cataratas, siempre al ritmo que marca el agua. El plan perfecto: un paseo en helicóptero sobrevolando las cataratas. Para los amantes del terreno firme, es imperdible hacer la instantánea perfecta desde el mirador elevado del Parque de las Aguas que se adentra hasta la Garganta del diablo.



Además, en el Parque se organizan senderos a pie (también rutas de arbolismo, para verlo todo por las ramas), en bicicleta e incluso en vehículos eléctricos . Pero si eres más todoterreno, dentro del Parque Nacional do Iguaçu, se organiza la actividad definitiva: el Macuco Safari, que incluye un paseo en botes inflables bimotores que ascienden por las corrientes del río (baño final incluido). ¿La visita perfecta? Estancia en el Orient Express das Cataratas, para amanecer con las vistas más bestiales de Brasil.


VIENTO EN CEARÁ

Fortaleza, capital del Estado de Ceará, es una de las sedes del Mundial 2014. Pero más allá del gran paseo turístico de Beira Mar (primera línea de playa con grandes ofertas en restauración y hotelería), recomendamos desplazarse de playa en playa, por el Estado de Ceará. Éste es famoso por su viento, por sus 573 kilómetros de playas y por la conjunción de ambos: deportes como el kitesurf y el windsurf (en Cumbuco, de las más preciadas por los kitesurfers y muy cercana a Fortaleza y la preciosa Jericoacoara) o también sandboard (en el litoral oeste de Ceará, donde se encuentran las playas de dunas como Taiba o Guriú). ¿Además de viento, quieres romanticismo? La marciana playa de Morro Blanco, con grandes formaciones rocosas que crean miradores improvisados.



ROMANTICISMO EN RIO GRANDE DO SUL

Cinco de los partidos del Mundial se jugarán en Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul. Y como no todo va a ser fútbol, proponemos dos escapadas perfectas para ir en pareja en este Estado. Por un lado, el norte, la zona de la Sierra Gaúcha, un lugar de clima templado, donde el invierno es invierno escapándose al tropicalismo brasileño. Su zona de viñedos y de hortensias está llena de pequeños y grandes hoteles de chimenea, madera y manta, como el impresionante hotel de La Hacienda o el Hotel St. Hubertus.
Por otro lado, la Pampa del Sur. Ya en la frontera con Uruguay se encuentran estas grandes extensiones ganaderas, pobladas, en su mayoría, por gaúchos. Aquí lo suyo es comer un buen churrasco en un fogo de chão, sin grandes lujos pero lleno de espíritu del terruño, para lo que son perfectos los hoteles de la cadena Comodoro, situados en el pueblo de Bagé, Sant' Ana do Livramento o Quaraí.



PONTE VERDE (Y URBANITA) EN CURITIBA

La capital del Estado de Paraná y una de las sedes del Mundial presume de verdor y de multiculturalidad. Y va en serio: 38 parques adornan la ciudad y se calcula que hay unos 64 metros cuadrados de espacio verde por habitante. No es baladí que en la ciudad se encuentre la Universidade Livre Federal do Meio Ambiente, construida en madera reciclada y situada en uno de los espacios verdes, el bosque de Zaninelli. El Jardín Botánico es espectacular, perfecto para comprender y estudiar la flora de la zona; pero si de verdad te quieres sentir como un curitibano, visita el Parque Tanguá, situado sobre dos antiguas canteras donde actualmente descansan dos lagos que atravesar en barco.



PONTE INTERNACIONAL EN CURITIBA

¿Un asentamiento ucraniano en pleno Brasil? Y en otro parque, en el Tingüi, donde descansan una réplica de la Iglesia de San Miguel Arcángel y una casa típica ucraniana entre otras construcciones. Este conjunto descontextualizado es un memorial en honor a los inmigrantes ucranianos que se trasladaron a Curitiba a finales del siglo XIX. ¿Un bosque alemán? También. Y con plaza dedicada a la Cultura Germánica incluida. Este bosque, situado en el barrio Jardim Schaffer, es un homenaje a los inmigrantes alemanes asentados en la ciudad a principios del siglo XIX. Lo que nos queda claro es que Curitiba es mucho de todo. ¿Y dónde queda el sabor brasileiro? En el centro histórico y en el barrio de Nova Batel, el epicentro gastronómico y nocturno de la ciudad.



Fuente: condenasttraveler


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